lunes, 23 de junio de 2014

CORPUS CRHISTI








La expresión: "El que come de este pan vivirá para siempre" se encuentra al principio y al final del discurso eucarístico (vv. 51-58), formando los que los especialistas llaman inclusión. Nunca es demasiado recordar que pan es sinónimo de "don-regalo", la prueba mayúscula del amor del Padre por la humanidad. Para la gente es absolutamente impensable e inadmisible que Jesús pueda ser el pan bajado del cielo, que da vida eterna, como tampoco puede reconocer su origen divino, puesto que es un hombre, como todos. Ël ahce saber entonces que la vida nos viene precisamente por su humanidad, por su carne ofrecida para la vida del mundo. Carne y sangre son en la cultura semita, polaridades que denotan totalidad, integridad, como usamos en nuestra cultura "carne y huesos" para expresar la totalidad de la persona. Comer la carne y beber la sangre significa alimentarse del Hijo del hombre total, sin divisiones.

Celebrar la Eucaristía es confesar que ser cristiano es ser para los demás. Todas las estructuras que están basadas en el interés personal o de grupo, no son cristianas. Una celebración de la Eucaristía compatible con nuestros egoísmos, con nuestro desprecio por los demás, con nuestros odios y rivalidades, con nuestros complejos de superioridad, sean personales o grupales, no tienen nada que ver con lo que Jesús quiso expresar en la última Cena. Celebrar la Eucaristía es comprometerse a ser fermento de unidad, de amor, de paz.

La Eucaristía concentra todo el mensaje de Jesús. El ser humano no tiene que liberar o salvar su "ego", a partir de los ejercicios de piedad sino liberarse del "ego" que es precisamente lo contrario. Solo cuando hayamos descubierto nuestro verdadero ser, descubriremos la falsedad de nuestro yo individual y egoísta que se cree independiente del resto de la creación. Estamos hablando del sacramento del amor, del sacramento de la unidad. Si la celebración de la Eucaristía no nos lleva a esa unidad, es falsa.

EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE HABITA EN MÍ Y YO EN ÉL.
NO SE TRATA SÓLO DE COMER, SINO DE ASIMILAR LO COMIDO.
SI COMO SIN ASIMILAR, SE PRODUCIRÁ INDIGESTIÓN.
SI COMULGO Y NO ME IDENTIFICO CON LO QUE CRISTO, ME ENGAÑO.
SI NO LLEGO A LO SIGNIFICATIVO, NO HAY SACRAMENTO QUE VALGA.

domingo, 15 de junio de 2014

Santísima Trinidad (Juan 3, 16-18)

                                     SOMOS MIEMBROS DE LA FAMILIA TRINITARIA



La solemnidad de la Santísima Trinidad es la fiesta de la comunidad cristiana, la cual debe estar cementada en la unión, en la comunión y la participación. El texto del Evangelio escogido para la ocasión, muestra que la entrega de su Hijo Único por parte de Dios es la expresión del gran amor del Padre.El amor divino llega al extremo de la entrega de su único Hijo para otorgar la Salvación, para no condenar al mundo, sino salvarlo. Dios podría venir para juzgar a este mundo, para destruir el mal, para castigar a aquellos que obran en las tinieblas; en cambio, muestra que ama al  mundo, que ama al ser humano, a pesar de su pecado, y envía lo más valioso que tiene su Hijo Unigénito. Respondiendo al amor que viene del Padre, el Hijo dio su propia vida para nosotros: en la cruz el amor misericordioso de Dios alcanza su plenitud.


María es el ícono humano de la Santísima Trinidad.
Ella la esclava del Señor, que asumió como plan de vida cumplir intachablemente la voluntad del Padre.
Ella, dócil al Espíritu, que la engalanó con la plenitud de su gracia.
Ella, que por obra del Espíritu Santo, llevó en su seno al Salvador.
Ella, mujer plenamente cristificada. Nunca una madre se pareció tanto a su Hijo.
ELLA, SACRAMENTO DE LA TERNURA DE DIOS.

domingo, 8 de junio de 2014

Pentecostés Eucarístico




La comunidad cristiana se construye alrededor de Jesús - Cada cristiano es un enviado de Jesús - La fe en el Espíritu, fe liberadora: EL ESPÍRITU SANTO EL AMIGO DEL ALMA Y EN EL ALMA

(hacer clip sobre la foto para ver el álbum)

PENTECOSTÉS

Vivir sin Espíritu, vivir sin haber resucitado
Los que nos consideramos creyentes vivimos a menudo, como los discípulos del Evangelio: "al anochecer", "con las puertas cerradas", "llenos de miedo", temerosos con las "autoridades". Estamos inmersos en la vieja creación, a pesar que ya sea domingo (el primer día de la nueva creación). No hemos visto ni experimentado al resucitado. La humanidad nueva parece ausente de nuestras vidas.
Nuestras comunidades están, a veces, replegadas, ocultas, sin dar testimonio. Es como sin no tuvieran alegría, perdón, paz y  vida que transmitir. Seguimos aferrados a lo viejo. Necesitamos que el Señor resucitado se haga presente y nos trasmita el soplo creador del Espíritu que infunde aliento de vida.
Quien se deja invadir por el Espíritu descubre que la fuente de su misión es el amor del Padre. Entonces empieza a sentir "pasión misionera" y "amor", como Jesús, ante quienes sufren el dolor, la injusticia, la ignorancia, el hambre, el sinsentido. Y en su vida, no sólo es capaz de prescindir de las cosas más queridas, sino que descubre que la "plenitud" y la "realización" está en ese salir de sí mismo y vivir para los demás. Persona resucitada es la que se deja guiar por el Espíritu de Dios hacia a la aventura, la sorpresa, la novedad, la vida. Persona resucitada es la que pone vida donde no hay, o la defiende donde está amenazada.

Mons.Hazim, Metropolita ortodoxo hijo una honda declaración de fe en el Espíritu:

Sin Espíritu Santo,
Dios queda lejos, 
Cristo pertenece al pasado
el Evangelio es letra muerta,
la Iglesia una mera organización,
la autoridad un dominio,
la misión una propaganda,
el culto una evocación
y el obrar cristiano un obrar de esclavos.

Pero con el Espíritu,
el cosmos es exaltado
y gime hasta que dé a luz del Reino,
Cristo Resucitado está presente,
el Evangelio es potencia de vida,
la Iglesia comunión trinitaria,
la autoridad servicio liberador,
la misión un nuevo Pentecostés,
el culto memorial y anticipación,
en el obrar humano queda deificado.

domingo, 1 de junio de 2014

Jornada Mundial de Oración por las Comunicaciones Sociales









Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro

"La comunicación contribuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes sociales son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo..." Papa Francisco.


INICIO MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS





Te alabo, Corazón de Jesús amado, Fuente de toda bondad. 
Te alabo, Corazón de Jesús, toda bondad, por las infinitas gracias que has dado y seguirás dando a las almas de los justos.
Te alabo, Corazón de Jesús, por el tierno amor con que has aliviado tan frecuentemente los corazones devotos con tu divino consuelo. 
Te alabo Corazón de Jesús que eres todo amor, por la plenitud de tu gracia, el esplendor de las virtudes, la generosidad de tu corazón y la pureza de tu amor.
Te alabo, Corazón de Jesús generoso, que no buscaste tu gloria propia. 
Corazón paciente que, voluntariamente sobrellevaste los mayores insultos. 
Corazón más abnegado, que anhelabas la Cruz y abrazaste con amor.
Santísimo Corazón de Jesús, enséñame a amarte con todo mi corazón y concede que en la medida de mis limitadas fuerzas imite yo tus admirables virtudes. Amén.

LA ASCENSIÓN ES EL TRIUNFO DE JESÚS Mateo 28, 16-20

Nuestro final será una ascensión. Todo lo que acontece aquí abajo es provisional: los fracasos, los sufrimientos, las tristezas. También todas las alegrías que existen en este mundo son provisionales: esos momentos que nos gustaría eternizar...No existe más que un lugar definitivo, un sitio en que nos reuniremos todos para siempre. Y ese sitio no está aquí, en la tierra. También nuestros bienes, todo lo que poseemos es provisional. Todo lo que conservamos con cariño, todo lo que consideramos como valioso de nuestra vida..., lo perderemos si no lo ponemos al servicio de los hermanos...bienes materiales, tiempo, conocimientos.
"Subir al cielo" es lo mismo que alcanzar el objetivo supremo de la vida humana.
Desde esta perspectiva, la ascensión significa que Jesús ha llegado a la culminación de su proceso: la total liberación del hombre de las pasadas contingencias terrenas. El reino de Dios madura en esta liberación que se va dando poco a poco y con esfuerzo a lo largo de la vida para rematar en la escatología.
Jesús al subir al cielo, nos dejó físicamente para estar más cerca de nosotros en el tiempo y en el espacio.Porque se fue, lo tenemos ahora aquí, presente entre nosotros, muy cerca de nuestro corazón. Nos Basta abrir los ojos de la fe para verlo, para encontrarnos con Él.
Cuando se comprende el verdadero sentido de la vida humana: que su desaparición es consecuencia de haber alcanzado la plenitud y, además, ha dejado sitio a otra presencia libre de las limitaciones a que nos tiene sujetos este cuerpo mortal. Esta presencia nueva, en el Espíritu, va a cambiar la vida de los discípulos. Hay ausentes cuyo aparente alejamiento es más elocuente que su presencia visible. Jesús es uno de ellos; y más que ningún otro.
Por eso el mandato misionero de Jesús es anuncio de la Buena Noticia del Reino. Noticia que cuando alguien la comprende y la cree, transforma la vida radicalmente.
El mandato misionero es también tarea de bautizar, incorporando constantemente nuevos miembros a la Iglesia de Cristo, camino de salvación, es cumplir las enseñanzas (y obras) de Jesús, practicando el carisma de la misericordia.
DISCÍPULOS, SÍ; MISIONEROS, SIEMPRE; MINISTERIALES, DE POR VIDA.