martes, 29 de julio de 2014

XVI Domingo Ordinario - Mateo 13, 24-43

La paciencia de Dios: paz y ciencia.

La parábola de la cizaña en medio del trigo muestra que la sociedad es un campo de siembras diferentes y contrastantes. El sembrador cumple el deber de sembrar buena semilla: el discípulo de Jesús, que continúa firme en la práctica de la justicia. Sin embargo, en medio del  terreno crece también la cizaña (la injusticia). esto no es fruto de un dualismo absoluto, pues el enemigo también siembra. El enemigo son las personas y las estructuras injustas que crecen con la semilla del Reino. Allí reside la perplejidad de las primeras comunidades cristianas. Éstas se preguntan: si efectivamente Jesús es el Dios con nosotros, el Mesías de la justicia, ¿cómo se explica el crecimiento de la injusticia en la sociedad? ¿Por qué Él no interviene, arrancando  todo una vez? De ahí nace el deseo de "hacer justicia con las propias manos", "¿Quieres que arranquemos la cizaña?"


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