sábado, 7 de marzo de 2015

Un nuevo templo de carne, hueso y espíritu

Juan 2, 13-25
Más hermoso y sagrado que todos los edificios de culto de culto del mundo entero es el ser humano. Más valioso que cualquier edificio o cualquier paisaje de esta tierra es el templo vivo del ser humano. Hagámonos una radiografía: si nos impresiona más que una Iglesia sea destruida que se cometa una fragante injusticia o que una persona muera por hambre, asesinada o abortada, es que no hemos entendido a Jesús.
En el bautismo participamos del misterio pascual de Cristo. Fuimos sumergidos en su pasión-resurrección. Fuimos hechos templos santos, casa divina. ¿Vamos a permitir que se arruinen esas piedras vivas del Templo glorioso de Jesús.


domingo, 1 de marzo de 2015

SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA

Marcos 9, 2-10

Convertidos y transfigurados

La cuaresma es tiempo pascual, ocasión de gracia que nos impele no sólo al arrepentimiento sino a la metanoia: conversión de mente y corazón en la mente y corazón del padre según el Hijo, inspirados por el Espíritu Santo.
La Transfiguración es un test de esa conversión cristiana. ¿Pensamos como Jesús?¿Tenemos la  misma cosmovisión que Cristo? ¿Asumimos decididamente la cruz por la causa del Reino de Dios? ¿Nuestros métodos son los del Redentor? En las duras ¿abandonamos la causa de la evangelización?
La Eucaristía de este domingo, sacrificio y gloria de Jesucristo, nos va a recordar que debemos transfigurarnos en Jesús, con Jesús y para Jesús.

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

Marcos 1, 12-15

Del viejo Adán al Adán cristificado

Por el bautismo hemos nacido a la vida nueva de la gracia. Al ser sumergidos en la muerte y resurrección de Cristo hemos entrado en comunión con el Padre creador, el Hijo redentor y el Espíritu Santificador.
El bautismo es una alianza indestructible por parte de Dios. Pero debe ser renovada por el hombre, porque el pecado está al acecho y caemos. hay un misterio del mal con el que debemos enfrentarnos cada día.
Cristo vino a destruir el poder del mal. Esa lucha ha sido una victoria. Pero nos corresponde a nosotros volver a resistir en la batalla junto a Jesús.

ESTAMOS EN CUARESMA. CON CRISTO, TENTADO PERO VENCEDOR, MANOS A LA OBRA.  ¡De la conversión a la Santidad!