Marcos 9, 2-10
Convertidos y transfigurados
La cuaresma es tiempo pascual, ocasión de gracia que nos impele no sólo al arrepentimiento sino a la metanoia: conversión de mente y corazón en la mente y corazón del padre según el Hijo, inspirados por el Espíritu Santo.
La Transfiguración es un test de esa conversión cristiana. ¿Pensamos como Jesús?¿Tenemos la misma cosmovisión que Cristo? ¿Asumimos decididamente la cruz por la causa del Reino de Dios? ¿Nuestros métodos son los del Redentor? En las duras ¿abandonamos la causa de la evangelización?
La Eucaristía de este domingo, sacrificio y gloria de Jesucristo, nos va a recordar que debemos transfigurarnos en Jesús, con Jesús y para Jesús.
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